ESPONJADO
Otra de las técnicas de pintura decorativa para paredes más recurridas es la del esponjado. Consiste en ir dando golpes suaves y repetidos con una esponja sobre la superficie hasta alcanzar el acabado deseado. El efecto quedará mejor cuanto más ancho sea el poro.
Un acabado que aporta profundidad y volumen a la estancia y que es muy fácil y económico. Ideal para superficies de grandes dimensiones donde el contraste es más impactante. Nosotros recomendamos emplear una esponja natural para un efecto más elaborado.